jueves, 23 de diciembre de 2010

PRIMER PREMIO AL BELÉN INSTALADO EN EL MUSEO

El belén instalado en el Museo, y realizado por las hermanas clarisas, ha recibido el primer premio del VII Concurso de Belenes organizado por el Centro de Iniciativas Turísticas de Zafra, por resolver «con el mayor acierto la distribución del espacio y las figuras clásicas del portal, estableciendo en tres niveles el despliegue del escenario tradicional del nacimiento».
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lunes, 13 de diciembre de 2010

CONCIERTO DE NAVIDAD 2010

El próximo viernes 17 de diciembre, a las 19:30 horas, tendrá lugar el tradicional CONCIERTO DE NAVIDAD en la iglesia de Santa Clara.
Intervendrán las corales Nuestra Señora de la Esperanza de Valencia del Ventoso y Santa Cecilia de Zafra, dirigidas por Toni Porras.
Os esperamos.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

PIEZA DEL MES DE DICIEMBRE

Luna Plata parcialmente dorada, repujada y cincelada 55 x 67 x 6 cm Taller cordobés Siglo XVIII
Donada en 2010
Restaurada por la Asociación de Amigos del Museo y del Patrimonio de Zafra
Museo Santa Clara, Zafra La serpiente, disfraz del adversario de Dios y enemigo del hombre en el que se reconoce al diablo, abre sus dentadas fauces para ofrecernos una hermosa manzana. Lo hace como si estuviese enroscada en aquel árbol del Edén, el del conocimiento del bien y del mal, cuyo fruto había sido vedado a nuestros primeros padres. El Génesis refiere que el maligno, con astucia y falsas promesas, les lleva a quebrantar el mandato y como, enseguida, Eva y Adán despiertan sus conciencias, advierten su miseria e imaginan la muerte. El reptil, sin embargo, envuelve el comedio de una luna de plata en cuarto menguante. Una pieza que, colocada a los pies de una imagen mariana, recuerda la maldición de Yahveh a la sierpe por la que el linaje de la mujer, María según la Iglesia, «te aplastará la cabeza, mientras tú le acecharás el calcañal». Pero, también, evoca la visión apocalíptica de la Virgen: una mujer encinta, «vestida de sol, con la luna bajo sus pies», y a punto de dar a luz. Mientras el «gran Dragón, la Serpiente antigua» aguarda inmisericorde para devorar a su Hijo. Y las estrellas de dieciséis puntas alternantes, que rematan la luna, emblema de la noche, aluden a la Stella Matutina de la Letanía Lauretana: la Estrella de la Mañana, la más luminosa, la que anuncia, aún con luz, al Sol de Justicia que es Cristo. Esta media luna, gruesa y con arista meridiana, carece de marcas de platero, mas los carreteados que se advierten en el reverso, líneas realizadas con un punzón de media caña, son similares a los de otras piezas de talleres cordobeses que guarda el convento.
Juan Carlos Rubio Masa

martes, 16 de noviembre de 2010

AVISO

HORARIO ESPECIAL DEL 6 DE DICIEMBRE Dada la importancia que el turismo tiene para nuestra ciudad, el lunes 6 de diciembre abrirá sus puertas el Museo en el horario habitual de invierno (por la mañana de 10:30 a 13:30 y por la tarde de 16:30 a 18:15 horas). Cerraremos el jueves 9.

lunes, 1 de noviembre de 2010

PIEZA DEL MES DE NOVIEMBRE

San Diego de Alcalá.
Vida y novena Papel, cuerda y pergamino 19 x 13 x 2 cm Francisco Peña Madrid, 1794 Donación de D. José Luis Nuño Arcos Museo Santa Clara, Zafra En 1400 nacía en San Nicolás del Puerto (Sevilla) un niño al que impusieron el nombre de Diego. Años después, al profesar como hermano lego en el convento franciscano de la Arruzafa, en Córdoba, acompañaría a su nombre el de su aldea. Conocido en vida como fray Diego de San Nicolás pasa al santoral como San Diego de Alcalá, al haber fallecido en esa ciudad en 1463. Fue un fraile inquieto. Estuvo en Canarias como misionero, peregrinó a Roma y vivió en varios conventos hasta recalar en el de Santa María de Jesús de Alcalá de Henares, donde, como no era sacerdote, se ocupó de la portería y de la huerta. Su vehemente caridad y su simplicidad espiritual le hicieron extremadamente popular entre los más necesitados. Tras su deceso, acudieron a su tumba reyes, nobles y prelados rogando su intercesión. Pero fue la curación milagrosa del príncipe Carlos en 1562 lo que llevó a su canonización en 1588. La devoción al santo se extendió tanto, que significativos artistas se encargaron de elaborar su iconografía, desde Zurbarán, Murillo o Carracci en la pintura a Fernández o Mena en la escultura. Una comedia sobre su vida escribió Lope y hasta una ciudad en California adoptó su nombre. El libro, que presentamos, es una traducción del latín de la obra de Francisco Peña, el promotor de su proceso de canonización. Como complemento, en la iglesia pueden contemplarse dos piezas del siglo XVII: un lienzo, de escuela sevillana, en el retablo mayor y una escultura en uno de los colaterales. En ambas, el santo, imberbe, se abraza o muestra la cruz.
JCRM

viernes, 1 de octubre de 2010

PIEZA DEL MES DE OCTUBRE

Copa frutal entre angelotes tenantes Madera policromada 23 x 54 x 5,5 cm Salvador Muñoz (talla) y Juan Montaño (policromía) Entre 1615 y 1623 Monasterio de Santa María del Valle, Zafra
El segundo duque de Feria en su testamento (Nápoles, 1607) disponía su entierro en la capilla de las Reliquias que había mandado labrar en Santa Clara. Y para la liturgia fúnebre ya había enviado, entre otras cosas, «unos çiriales de plata y ébano» y «un terno negro bordado», que pueden verse en el Museo.
Ahora bien, la pequeñez de la capilla y su disposición en el convento volvían irrealizable su voluntad postrera. Por lo que, en el invierno de 1614-1615, su hijo y sucesor estuvo en Zafra concertando la construcción de una nueva con las monjas y los maestros de obra.
Tras su fábrica, se instaló un retablo clasicista en el que se enmarcaron cinco lienzos «de mucho valor» dedicados a San Raimundo de Peñafort, por expreso deseo del finado duque, que era a la sazón virrey de Cataluña cuando el dominico había sido canonizado.
Sustraídas las pinturas por las tropas napoleónicas, del retablo resta solo su arquitectura compuesta por Salvador Muñoz, un ensamblador madrileño afincado en Zafra desde 1609, y dorada por el pintor zafrense Juan Montaño. Y un sexto lienzo, la Conversión de San Pablo, en el ático, pues en la capilla se ganaba un jubileo los veinticinco de enero.
Rematando el sagrario se halla este relieve, que exponemos, en el que dos ángeles, de anatomía aún manierista, unidos por un festón, sostienen una copa ahíta de manzanas. Símbolos del amor en la mitología clásica, para los cristianos lo son, desde el pecado original, del demonio y sus tentaciones. Mas, como iría una cruz hincada en lo alto, el conjunto adquiere un sentido salvífico: Jesucristo redentor del género humano.
Juan Carlos Rubio Masa

jueves, 2 de septiembre de 2010

PIEZA DEL MES DE SEPTIEMBRE

Templete sacramental Plata moldeada, fundida, repujada, grabada y labores mecánicas 42 x 23 x 23 cm Francisco de Paula Martos Taller cordobés 1830 Monasterio de Santa María del Valle, Zafra Punzones: del artífice (F/MARTOS), del contraste Cristóbal Pesquero (1830/PESQUERO) y el león rampante de Córdoba. La institución de la Eucaristía y el mandato «haced esto en memoria mía» llevó a la naciente Iglesia a creer con firmeza que el pan y el vino, ya consagrados, son real y verdaderamente el cuerpo y la sangre de Cristo. De ahí, el sentido de sacrificio incruento de la Misa y el sacramental de la comunión. Pero los ataques protestantes a estos principios de fe, exigió al catolicismo su definición en el Concilio de Trento. Desde entonces acá, la iglesia, además de ámbito litúrgico, es lugar donde Jesucristo está presente en el Santísimo Sacramento. Como efecto, desde el Quinientos adquieren una enorme importancia el sagrario, arca encastrada en la predela de los retablos para la reserva de la Eucaristía y, por cima, el manifestador, un nicho en el que se expone la Hostia consagrada, alzada en el viril del ostensorio para su adoración por los fieles. Mas, en el convento, puesto que todos los sagrarios eran de madera, las hermanas clarisas, para mayor reverencia y esplendor del culto al Santísimo, encargaron a distintos artistas unos templetes de plata que dispuestos dentro de los tabernáculos, servían para acoger el copón con mayor aparato. Este que exponemos, obra del platero neoclásico cordobés Francisco de Paula Martos (1775-1850), es el que se descubre al abrir el sagrario de la capilla ducal. Muestra una composición clásica y simétrica en sus cuatro fachadas: columnas corintias, arcos y frontones y una cúpula gallonada. La decoración se extiende desde el enlosado de la base, a las espigas y racimos de uva de las enjutas, las estrellas de las pechinas o los símbolos franciscanos de los tímpanos.
Juan Carlos Rubio Masa

domingo, 1 de agosto de 2010

PIEZA DEL MES DE AGOSTO

Naveta Plata en su color, repujada, grabada y con labores mecánicas. 13,5 x 8 x 16 cm y 8 Ø base Francisco de Paula Martos Taller cordobés, entre 1816 y 1828 Monasterio de Santa María del Valle, Zafra Punzones: del artífice (MARTOS), del contraste Diego de la Vega y Torres (VEGA) y el león rampante de Córdoba.
La naveta es un recipiente con forma de barco, dispuesto sobre un pedestalillo, que sirve para contener el incienso que se echa con una cucharilla en el brasero o incensario, en las ceremonias litúrgicas que lo requieren.
Aunque se usaba en la antigüedad, no se populariza la traza de nave, y de ahí su nombre, hasta finales del Medievo. Desde entonces viene a ser una alegoría de la Iglesia: la nave de San Pedro, un barco místico, que surca un mar de aguas procelosas, llevando en sus entrañas protegidos a los fieles cristianos.
Sobre un pie circular, decorado con contarios, y cuello troncocónico liso, se alza la caja o nave, que consta de un carena gallonada, costados ornados con guirnaldas laureas y molduras geométricas y como mascarón de proa una tarja con una flor. La cubierta tiene un fuerte estrangulamiento cóncavo y liso para separar la tapa del puente, que se ornamentan, una, con otra tarja rodeada de motivos vegetales y, el otro, con rocallas.
Es obra del platero cordobés Francisco de Paula Martos, cuya actividad se centra entre 1775-1850. Artífice de numerosas piezas conservadas en iglesias y capillas bajoextremeñas, en todas es fiel a los aderezos de gusto neoclásico y, aunque en ésta sigue el modelo habitual de nave, se deleita en la sinuosidad de los perfiles, alargando y realzando la proa y la tapa y abombando el puente, para hacer más profundo el surco del comedio.
jcrm

sábado, 10 de julio de 2010

PIEZA DEL MES DE JULIO

Cáliz Plata dorada 26 cm x 15,5 Ø base x 8,5 Ø copa Antonio Ruiz León Taller cordobés 1800 Monasterio de Santa María del Valle, Zafra Aunque la palabra cáliz designa una copa con pie en la que se sirve vino o licores, lo cierto es que desde antiguo ha adquirido una connotación sacra. Así, Covarrubias (1611) escribe que entre los vasos sagrados «se entiende siempre por sólo el vaso consagrado en que se consagra la sangre preciosíssima de nuestro Redentor, en el sacrificio de la Missa». Definición que el Diccionario de Autoridades (1729) completa y precisa como que es un vaso «de oro ú plata en forma de copa honda, en que echada una porción de vino se hace la consagración».
Este cáliz, manufacturado en 1800 por el platero cordobés Antonio Ruiz León (cuya actividad se centra entre 1785 y 1830), forma parte de la producción neoclásica del orfebre que aún no ha derivado en la limpieza ornamental que definirá su producción posterior.
Quizá lo más significativo sea el programa cristológico que se despliega en los medallones que lo decoran. En el astil y la copa, enmarcan símbolos pasionarios grabados (escalera, martillo, tenazas, caña, esponja y lanza) y un calvario desnudo. En la base, los tondos muestran símbolos zoomórficos de Cristo: el Pelícano, el Ave Fénix y el Cordero Místico, en relieve. Si el primero es una alegoría del amor, se creía que con el pico se hería el pecho para con su sangre alimentar a sus crías; el fénix lo es de la resurrección, ya que tenía la facultad de renacer de sus propias cenizas. Mientras que el cordero sobre la cruz es el propio Cristo, que se ofrece como víctima para la redención de los hombres, a semejanza del que sacrificaban y comían los judíos en Pascua.
Juan Carlos Rubio Masa

jueves, 24 de junio de 2010

EXPOSICIÓN

Zafra y el Ducado de Feria en las exposiciones Internacional e Iberoamericana de 1929
Del 22 de junio al 30 de julio de 2010 Sala polivalente del Museo
Cuando el Directorio Civil finalizaba se celebran en España dos magnas muestras: la Exposición Internacional de Barcelona (de mayo de 1929 a enero de 1930) y la Exposición Iberoamericana de Sevilla (de mayo de 1929 a junio de1930). Inauguradas por Alfonso XIII, venían a sancionar la prosperidad y el crecimiento económico que durante la Dictadura de Primo de Rivera había gozado España. Si bien, al cierre, empezarían notarse los embates de la crisis internacional (“crack de 1929”) y su correlato de conflictos sociales y políticos que acabarían con el gobierno. Para ambas ciudades supusieron importantes mejoras urbanísticas y una herencia arquitectónica de prestigio. La temática de las exposiciones fue distinta. Mientras que la de Barcelona incidía en los avances industriales y tecnológicos, la de Sevilla tuvo un enfoque más histórico-cultural y de relaciones con los países hispanoamericanos. La participación extremeña en una y otra fue desigual. La lejanía de Barcelona, y el motivo de la exposición, hizo que su presencia fuera testimonial, con alguna que otra obra de arte, como las que aportó este convento. En lo que respecta a la de Sevilla, la proximidad, el contenido y el que la región contara con un pabellón, en el que se insertó la portada renacentista de este convento, facilitó una mayor intervención.Testimonios de aquella presencia, que nos han llegado hasta hoy, son principalmente fotografías y documentos, que aquí se exponen, cedidos para la ocasión por los archivos de la Diputación de Badajoz y del convento de Santa Clara y algunos particulares. Piezas que, creemos, son lo suficientemente representativas y sugerentes para sentir el hálito de una época cercana en el tiempo pero alejada en el espíritu.
EXPOSICIÓN IBEROAMERICANA DE SEVILLA Colección Garrorena La exposición muestra las fotografías que Fernando Garrorena Arcas tomase de Zafra y de otras poblaciones del Estado de Feria, que se colgaron en el Pabellón de Extremadura de la Exposición Iberoamericana. Son treinta y una reproducciones de las fotografías originales que conserva el archivo de la Diputación Provincial, que nos ha cedido para esta muestra. Garrorena con estas fotografías, y con las que hizo en el resto de la región, intentó resaltar las señas de identidad extremeña en un momento de efervescencia regionalista. Fernando Moreno Márquez
De las dos obras que este notable pintor de Zafra presentase en la exposición, hemos podido localizar tan solo una reproducción del lienzo que representaba a una joven extremeña con un cántaro al cuadril, que tituló Amorosa. Su arte ha sido calificado como “franco y firme en sus procedimientos, verdadero en la interpretación del natural, espontáneo y seguro”.
EXPOSICIÓN INTERNACIONAL DE BARCELONA De la exposición de Barcelona, exponemos piezas originales, el documento de depósito de las trece piezas que procedentes del convento de Santa Clara estuvieron presentes en la muestra Arte en España. Algunas aún permanecen en el convento y pueden verse en la sala 2. La piedad ducal, de este Museo de Santa Clara. Un ejemplar del catálogo de la muestra y un tique de entrada a la misma.

lunes, 31 de mayo de 2010

PIEZA DEL MES DE JUNIO

Cruz de altar franciscana Madera de olivo y nácar 39,5 x 17 x 6 cm Taller palestino Siglo XIX Monasterio de Santa María del Valle, Zafra La provincia de Tierra Santa, como las otras en las que se dividió la Orden franciscana, se crea en el Capítulo General de 1217, sobre toda la cuenca oriental mediterránea, desde Grecia a Egipto. Región, a la sazón, controlada casi en su integridad por los musulmanes y a la que Francisco de Asís no dudará en visitar enseguida.
Desde entonces, la provincia ha sido considerada la perla del franciscanismo por su papel misional y ecuménico y afortunado aquel fraile al que se le permitía ir y morar un tiempo en ella. Además de la custodia de los Santos Lugares, los hermanos menores desarrollaban su misión pastoral entre las minorías cristianas y, para cuando regresaban, volvían cargados de experiencia y conocimiento, y sus talegas, de recuerdos devotos.
Entre los que se señalaban unas cruces de madera de olivo chapadas con placas de madreperla o nácar, obra artesana palestina que tenía, desde finales del siglo XVI, sus mejores talleres en Bethlehem. Aunque será en el siglo XIX cuando elaboren las piezas más codiciadas por encargo de peregrinos o para obsequio a altas dignidades de las iglesias cristianas.
Esas cruces no suelen mostrar solamente una decoración más o menos elaborada que, en el caso que nos ocupa, alcanza niveles de minuciosidad y preciosismo, sino que peana y árbol se ocupan con un programa devocional: el Crucificado, de metal dorado, se rodeaba de los cuatro Evangelistas, de los que tres se han perdido; por debajo, la Dolorosa en relieve y el emblema franciscano inciso y, en la peana, la paloma del Espíritu Santo sobre una hornacina, cuyas cortinas recogidas, permiten ver una imagen de Cristo amarrado a la columna.
Juan Carlos Rubio Masa

sábado, 22 de mayo de 2010

PIEZA INVITADA

Esperancita Réplica vestida. Manto y frontal de satén, bordados en oro. Comienzos del siglo XX. Corona y cetro de plata. 2010. Media luna de plata y piedras falsas. Siglo XVIII. Cofradía de la Virgen de la Esperanza (Arquillo). Zafra Quizá porque solo mide treinta centímetros, todo lo que la enmarca se nos antoja pequeño: si la plaza es Chica, el soportal es el Arquillo. Hasta su apelativo se torna diminuto: no es la virgencita de la Esperanza, sino la virgen de la Esperancita. Fue tallada y policromada en alguna ciudad de Flandes, allá por las últimas décadas del Cuatrocientos, en un taller artesanal que las hacía en serie. Y, junto a alguna de sus hermanas, llegaría en las valijas de algún buhonero a Zafra. Este tipo de imagencitas de la Virgen con el Niño son conocidas como pouppes o muñecas de Malinas, ciudad belga en la que tuvo su manufactura un gran auge durante los siglos XV y XVI. La imagen original, que pueden verla en el Museo (sala 3 La urbe ducal, contigua a esta), fue comenzada a vestir probablemente en el siglo XVIII, entonces se alteró la talla al colocarle ojos de vidrio y mutilar su mano izquierda, en la que sostendría un libro, para que la nueva sobresaliese de entre las vestiduras. En su retablo del Arquillo del Pan, la imagen se mostraba antiguamente con manto, frontal y toca; pero, tras la última restauración y habiendo pasado la pieza original al Museo, han decaído esos usos para evitar su deterioro. Aun así, es una costumbre hermosa que no debería desterrarse, al menos con las copias. De aquellos mantos y ropajes antiguos que nos han llegado, se ha seleccionado un conjunto de color verde, bordado en oro y realizado a comienzos del pasado siglo, para vestir la réplica. Si este conjunto, como los otros que se conservan, es obra y donación de devotas vecinas o de monjas de los conventos cercanos, las coronas y cetro de plata lo son de D. Modesto Fernández de Cora Gil.
Juan Carlos Rubio Masa
Estará expuesta del 22 de mayo al 21 de junio

MÚSICA EN EL MUSEO

Con motivo del Dia Internacional de los Museos 2010,"Museos para la Armonia Social", la música llenó la iglesia y museo de Santa Clara de Zafra. Recogemos aquí dos de las intervenciones:

1. Concierto coral El domingo 16 de Mayo, en la iglesia, actuó el Coro de la Universidad de Extremadura dirigido por Francisco Rodilla.

2. Miniconciertos de violín y piano El miércoles 19 de mayo, celebramos tres miniconciertos en las salas del Museo a cargo de las aulas de violín y piano y la escolanía de la Escuela Municipal de Música de Zafra.

lunes, 17 de mayo de 2010

GUÍA DEL MUSEO

Esta es la portada de la Guía del Museo del Convento de Santa Clara de Zafra.
Una guía de bolsillo con 64 páginas, 120 fotografía a color, tres planos, glosario...
Se presenta el martes 18, DÍA INTERNACIONAL DEL MUSEO 2010
En la Sala baja de las Columnas, a las 21:00 horas

CONCIERTO DEL CORO DE LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA

La actuación del Coro de la Universidad de Extremadura, dirigido por Francisco Rodilla, fue todo un éxito.La iglesia conventual llena de un público, más de 250 personas, que vibró con las interpretaciones de música sacra y popular de raíz religiosa de este grupo coral, formado por unos cuarenta intérpretes. La imagen muestra un momento de la actuación en la noche de ayer domingo 16 de mayo.

martes, 11 de mayo de 2010

ACTIVIDADES PROGRAMADAS CON MOTIVO DEL DÍA INTERNACIONAL DEL MUSEO 2010

Domingo, 16 de mayo CONCIERTO Coro de la Universidad de Extremadura Iglesia conventual, 21:00 h. Martes, 18 de mayo ACTO INSTITUCIONAL DEL DÍA DEL MUSEO Entrega de distinciones a guías voluntarios y benefactores del Museo Presentación de la Guía del Museo Santa Clara Actuación del Aula de viento Escuela Municipal de Música Sala baja de las Columnas, 21:00 h. Miércoles, 19 de mayo MINICONCIERTOS EN EL MUSEO Aulas de violín, piano y escolanía Escuela Municipal de Música de Zafra Salas 2, 3 y 4, 20:30 a 22:30 h.

sábado, 1 de mayo de 2010

PIEZA DEL MES DE MAYO

Corona procesional Plata en su color, repujada y cincelada 31 x 37 x 18 cm y 11 cm Ø Francisco de AzconaAñadir imagen Taller cordobés. Entre 1759 y 1767
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra Punzones:
del artífice (-ONA), del contraste Bartolomé de Gálvez y Aranda (flor de lis -RANDA) y el león rampante de Córdoba. El cristianismo siempre ha profesado una especial veneración hacia la Virgen María, como Madre del Salvador. A lo largo de la historia, los fieles han hallado en ella refugio y consuelo en la aflicción, los poetas místicos la han revestido de un halo de gracia y hermosura y la Iglesia la ha signado como Reina asunta al cielo. Para expresar esa devoción, desde antiguo, se acostumbró a engalanar las imágenes marianas con vistosos ropajes y costosas joyas, siendo la corona una pieza indispensable. Si en el Medievo las vírgenes las llevaban talladas, avanzado el siglo XVI empiezan a usarse las de metal, adoptando los tipos de corona real o imperial, a las que se suma una ráfaga o resplandor a partir del siglo XVIII. Esta pieza, realizada por Francisco de Azcona, un platero poco conocido aún y cuya producción se sitúa en el tránsito hacia la estética rococó, sigue un modelo que tendrá un dilatado tratamiento en la platería cordobesa dieciochesca. Consta de un aro con molduras sogueadas, canasto con vegetación y cartelas y cuatro bandas o imperiales de perfil sinuoso. Alrededor, la ráfaga de perfil alabeado, con rocallas, ces y tornapuntas, termina en rayos biselados, ondulados y rectos, estos últimos con estrellas.No sabemos para qué imagen del convento se labró esta corona, pero últimamente era usada por la Dolorosa que se venera en la iglesia y procesionaba en las tardes del Viernes Santo zafrense.
Juan Carlos Rubio Masa

domingo, 11 de abril de 2010

El Museo Santa Clara y su Lígnum Crucis en Canal Extremadura

Esta Semana Santa, Canal Extremadura nos propuso un viaje por las reliquias de la Pasión de Cristo, que se conservan en la región. Comienza el reportaje en Badajoz, en el convento de las Descalzas, donde se conserva una espina de la corona de Cristo; sigue en Coria, en su catedral, donde nos muestran el Mantel de la Cena y, termina, en Zafra en el convento y museo de Santa Clara. Aquí se contemplan el relicario ducal y el Lignum Crucis de la primera Duquesa de Feria. El reportaje "Reliquias Extremeñas" puede verse en la siguiente dirección: http://www.facebook.com/l.php?u=http%3A%2F%2Fextremaduratv.canalextremadura.es%2Ftv-a-la-carta%2Fvideos%2Freliquias-extremenas-29-de-marzo&h=890fc9e6532dce9d30a411fc7f116bc6

jueves, 1 de abril de 2010

PIEZA DEL MES DE ABRIL

Agnusdéi de Gregorio XIII Cera. 14 Ø.
Roma, 1572
Relicario Madera dorada, cristal y latón. 49 x 17 x 13,5 cm. Segunda mitad del XVII Monasterio de Santa María del Valle, Zafra En las clausuras monásticas y en ciertos relicarios suelen encontrarse unas láminas de cera, con forma circular u ovalada y dimensiones variadas, que reciben el nombre de agnusdéi por llevar en una de sus caras y en relieve una imagen del cordero pascual. Desde el siglo XV, su elaboración en Roma tenía un carácter oficial y se ajustaba a un ritual preciso, que los convertía en un objeto sacro. Eran bendecidos por el Papa en la Semana Santa del primer año de su pontificado y, también, en los Viernes Santos de cada siete o en los años jubilares. Después eran distribuidos con solemnidad entre los cardenales y algunos eclesiásticos y fieles en las misas siguientes. En aquellos tiempos, se confiaba en que sus virtudes defendían a los fieles no solo frente al demonio y sus tentaciones, sino de todo tipo de males, por lo que eran muy estimados. Tanto que, la primera duquesa de Feria llegó a poseer en su capilla madrileña un relicario con «un Agnus Dei grande con su pie alto todo de oro», que enviaría como legado testamentario al convento en 1612. La «joya grande», como era conocido, tenía más de cuarenta centímetros de alto y fue vendida en 1903 a un tal «Don A.S. Drey». Pero, nos queda esta réplica en madera dorada, que guarda en el viril un agnusdéi del primer año del pontificado de Gregorio XIII, el papa que, pasados diez años, establecería la reforma del calendario que lleva su nombre. Si en el anverso, el Agnus de pie, nimbado y con la banderola de la resurrección, y el escudo papal se tachonan de reliquias; en el reverso, se muestra la imagen de Cristo resucitado abrazado a la cruz, siguiendo el modelo miguelangelesco de Santa María sopra Minerva, dos ángeles que introducen los símbolos de la Pasión y la inscripción conmemorativa.
Inscripciones conmemorativas: En el anverso: «ECCE A[gnus] DEI QVI TOLLIT P[ecata] M[undi]». «Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo» En el reverso: «GREG[orius] XIII PONT[ifes] M[aximus] ANNO I». «Gregorio XIII, Máximo Pontífice, año primero»
Textos identificativos de las reliquias pegadas en el anverso: «Solideo de S. Juan de Capistrano. Havito y túnica de Sta. Teresa de Jesús. Paños tocados al corazón de Santa Teresa de Jesus. De la coluna donde azotaron a Cristo»
Instrumentos de la Pasión representados en el reverso: Bolsa con monedas. Columna, flagelos, látigo, corona de espinas, caña y gallo. Cruz, martillo, clavos, dados, lanza, caña y esponja, escalera, tenazas.
Juan Carlos Rubio Masa

domingo, 21 de marzo de 2010

CONCIERTO EN EL MUSEO

El próximo día 26, Viernes de Dolores, a las 19:30 horas dará comienzo un concierto en el Museo Santa Clara. La coral Santa Cecilia, dirigida por Toni Porras, nos ofrecerá un recital de música sacra coral como prolegómeno de la Semana Santa.

jueves, 4 de marzo de 2010

PIEZA DEL MES DE MARZO

La basílica de San Lorenzo Grabado calcográfico a buril 22,3 x 17,7 cm Thomás de Leu c.1600 Monasterio de Santa María del Valle, Zafra Fue san Lorenzo un diácono de origen hispano, supuestamente martirizado en Roma a mediados del siglo III. Cuentan sus hagiógrafos que era un joven virtuoso y caritativo que fue condenado a morir asado sobre una parrilla; y que su inquebrantable fe le llevó a soportar las brasas y a mofarse de sus verdugos pidiéndoles que le dieran la vuelta por estar ya cocido por un lado.
El santo, muy venerado en España y por los Suárez de Figueroa, que daban su nombre a algún varón en todas las generaciones, se nos muestra en la estampa con los evangelios, en una mano, por ser diácono y la parrilla y la palma martirial, en la otra. Detrás del santo aparece su basílica, levantada en el siglo VI sobre el oratorio que mandase erigir Constantino sobre su tumba, extramuros de Roma.
La estampa, grabada a buril, forma conjunto con otras dedicadas a las siete basílicas de Roma en las que se obtenían indulgencias. Antiguamente colgaban en las sillas del coro, para que su peregrinaje simbólico sirviese espiritualmente a las hermanas. Tres forman parte de la exposición permanente del museo (San Pedro, San Sebastián y Santa Cruz de Jerusalén) y se ha perdido la dedicada a San Juan de Letrán.
Todas son obra de Thomas de Leu (1560-1612). Aunque nacido en Holanda, se formaría como grabador en Amberes; pero ya en 1576 estaba afincado en París trabajando en el entorno de artistas como Jean Rahel o Antoine Carón y Leonard Gaultier, con los que emparenta. Fue destacada su labor en el campo de la imprenta, considerándosele uno de los grabadores de retratos de personajes históricos más importante de comienzos del siglo XVII.
Juan Carlos Rubio Masa

lunes, 1 de febrero de 2010

PIEZA DEL MES DE FEBRERO

Libro del juego del ajedrez 19 x 14,5 x 2 cm Ruy López de Segura Alcalá de Henares, 1561
Tablero de ajedrez Papel 29 x 20 cm Siglo XVI Museo Santa Clara, Zafra Cuenta Covarrubias, en su Tesoro de la Lengua (1611), que en Zafra vivió «un muchacho que, siendo de muy poca edad, era tan gran jugador de axedrez, que todos le reconocían la ventaja, y quedó el nombre del niño de Çafra». No era ese joven otro que Ruy López. Nacido a comienzos de la década de 1530, en el seno de una familia de mercaderes que lo encaminaron hacia estudios eclesiásticos, tuvo tal inquietud intelectual que se preocupó por temas diversos, publicando obras sobre numismática o latín. Pero será la redacción del Libro de la invención liberal y arte del juego del Axedrez…, que fue traducido y editado en toda Europa, lo que le dará fama internacional. El que se expone es un ejemplar de su primera edición, que se acompaña de un tablero en papel, en el que se señala la colocación de los trebejos en los escaques. Piezas ambas que se cree han sido de su propiedad y mano. El libro describe su famosa «apertura española», o «juego de salto de Ruy López», que consiste en tres movimientos: abren la partida las blancas adelantando el peón de rey dos casillas y dando las negras la réplica. Las blancas continúan moviendo el caballo de rey a la columna del alfil y las negras lo mismo. El último movimiento es el substancial, ya que las blancas llevan su alfil a la quinta casilla del caballo de reina, dando jaque al rey. En 1575, Ruy venció a Giovanni Leonardo da Cutro Il Putino en un torneo, organizado por Felipe II, que se viene considerando como primer campeonato mundial de ajedrez.
Juan Carlos Rubio Masa

domingo, 3 de enero de 2010

PIEZA DEL MES DE ENERO

Busto-relicario de San Sebastián Madera policromada 28,5 x 22 x 13 cm Madrid. c. 1600 Monasterio de Santa María del Valle, Zafra Inscripción: «S[an] SEBASTIAN» El veinte de enero, «cuando más hiela», la Iglesia celebra a San Sebastián, del que la Leyenda Dorada cuenta que sufrió un doble martirio allá por el siglo III. Su fiesta litúrgica, en algunos pueblos de Extremadura, se ha vinculado a ritos atávicos, como Las Carantoñas o El Jarramplas, que al cristianizarse han pervivido fosilizados como un eco remoto e insondable. Su devoción estuvo otrora tan extendida que, por los campos de la región, abundan las ermitas bajo la advocación de los Santos Mártires, para venerarlo asociado a San Fabián, un Papa martirizado poco antes. En Zafra, su ermita se alzaba a la vera del camino de La Puebla y Jerez, en su torno se fue formando desde finales del siglo XV la barriada de los Mártires y, en el XVIII, en su emplazamiento se fundaba un convento de carmelitas. Sebastián era miembro de la guardia imperial, al tiempo que buen cristiano. Denunciada su confesión, fue obligado a escoger entre la milicia o seguir a Cristo. Y como su elección ofendió al poder, fue atado a un árbol para que un pelotón lo asaeteara. Más, no llegando a expirar y abandonado, alguien lo liberó y curó. Recuperado, se presentó ante el emperador para recriminarle su persecución a los cristianos, por lo que nuevamente fue condenado a morir, pero esta vez apaleado. El relicario expuesto formaba parte del conjunto que enviaron los Duques de Feria al convento en 1603. La talla muestra, como es tradicional, al santo desnudo, atado al árbol y acribillado; y, en su pecho, la reliquia dentro de una teca oval. Es una imagen expresiva y piadosa que no oculta cierto regusto vallisoletano.
Juan Carlos Rubio Masa