miércoles, 1 de julio de 2015

PIEZA DEL MES - JULIO/AGOSTO 2015







Candelabros
Plata en su color, torneada, cincelada y grabados mecánicos
20,5 x 29 x 12 cm Ø base
Francisco de Paula Martos
Taller cordobés
1816
Monasterio de Santa María del Valle, Zafra

Marcas:
Del artífice Francisco de Paula Martos (F/MARTOS), del contraste Diego de la Vega y Torres (VEGA/16) y el león rampante de Córdoba.





Con la noche, las casas era necesario iluminarlas y las familias acomodadas usaban una serie de piezas, entre las que candelabros y candeleros eran las más usuales.
En las salas de recibo eran labradas en plata, lo que devela su gusto por la fastuosidad; mientras que en las privativas eran o podían ser de otros materiales menos costosos.
La diferencia entre ambas estriba en que los candeleros solo sostienen una candela y los candelabros tienen dos o más brazos para aguantar otras tantas.
Los candelabros eran muy usuales en el mundo antiguo, desde el candelabro de los siete brazos colocado ante el tabernáculo del Templo de Jerusalén a los que colmaban los templos griegos o romanos. Pero, la liturgia de la Iglesia católica no los permite sobre el altar, donde han de usarse solo candeleros.
Este juego, que se expone, sigue modelos de la platería civil de la época de Carlos IV. Son piezas versátiles ya que puede usarse indistintamente con tan solo quitar los brazos: así podían ser utilizados tanto para iluminar estancias, como el altar del oratorio familiar.  
Constan de peana circular con cenefas de ondas, palmetas y contarios, astil cilíndrico inspirado en una columna; sobre él que se inserta la pieza formada por dos brazos muy sobrios, en forma de S, que sostienen los mecheros. 
Estas piezas del platero Francisco de Paula Martos y Román (1775-1850), uno de los más afamados artífices del neoclasicismo cordobés, probablemente fueron donadas al convento por alguna familia devota.